Luego de una fuerte presión de la ciudadanía, del pronunciamiento de la Iglesia Católica, de EE.UU., del Senado y otras organizaciones, el cartismo retrocede y todo indica que admitirá que el concejal municipal asunceno Augusto Wagner (PLRA) reemplace a Amarilla.
La ratificación a la violación de la Constitución Nacional por parte de cartistas, abdistas y de Édgar Ortiz (PLRA-llanista) para suspender de su cargo por 60 días a la diputada Celeste Amarilla (PLRA), más el atropello del propio reglamento interno de la Cámara Baja para forzar que la suplente Guadalupe Aveiro (ANR, cartista) ocupe el curul mientras dure la sanción, desataron todo tipo de críticas de varios sectores de la sociedad.
El presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Alliana (ANR, cartista), el jueves último exigió al imputado concejal municipal de Asunción Augusto Wagner (PLRA), que renuncie a ese cargo como condición para asumir como diputado en reemplazo de Amarilla, por dos meses. Advirtió que mientras él sea titular de la Cámara no lo iba a dejar jurar con un permiso de la Junta Municipal, incluso dijo que tenían antecedentes.
Según trascendidos de la propia bancada cartista, el bloque cambiará aquella postura de que solo mediante su renuncia Wagner iba a ocupar la banca de Amarilla, considerando que varios colorados que estuvieron en cargos electivos solo pidieron permiso, no renunciaron, para asumir puestos en el Senado, en los consulados y en las embajadas.
Los cartistas recuerdan el caso de Belinda Gómez de Cattebeke, cónsul de primera clase en Clorinda, quien solo pidió permiso como concejala de Villa Hayes para asumir aquel cargo. También recuerdan a Martín Arévalo (ANR, Añetete), quien no renunció como concejal municipal de Asunción para sustituir al exsenador cartista Óscar González Daher.
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