Brasil reforzó su posición como referente de ensayos clínicos contra el COVID-19, después del anuncio de la autorización para probar una cuarta vacuna, mientras que el carácter “heterogéneo” de la pandemia sigue despertando la preocupación de las autoridades.

Brasil, donde el coronavirus deja ya unos 110.000 muertos y 3,4 millones de infectados, ve en el descubrimiento de una vacuna su mejor oportunidad para controlar la epidemia, que parece mantenerse en su pico desde mayo.