Una técnica que detecta en la sangre diminutas cantidades de una proteína fragmentada, vinculada con el mal de Alzheimer, podría conducir a un examen simple y el diagnóstico del deterioro neuronal años antes de que aparezcan los síntomas de la enfermedad.
Los investigadores de la Escuela de Medicina en la Universidad Washington, de St. Louis (Kentucky) encontraron que los niveles de la proteína p-tau-217, abundante en el sistema nervioso central y en el sistema nervioso periférico, son elevados en las etapas iniciales del mal de Alzheimer.